
Daniel, un ex repartidor de pizzas que ahora trabaja como taxista, es un loco de la velocidad. Su taxi es un vehículo de gran potencia y cuando despierta a los leones que rugen bajo el capó, ni siquiera el radar de la policía puede detenerlo. Por desgracia, cuando conoce a Emilien, un policía que acaba de suspender el examen de conducir por octava vez, Daniel tiene que aceptar el trato que le ofrece si quiere conservar su taxi: Emilien necesita su ayuda para desmantelar una banda de ladrones alemanes que están vaciando las arcas de los bancos de la ciudad al volante de potentes coches. Ayudados por Camille, la madre de Emilien, Lilly, la novia de Daniel y todo un escuadrón de repartidores de pizza, a pie, en scooters y, sobre todo, en coches, ambos intentan alcanzar su objetivo.