Corre el año 1969 y Estados Unidos está en pleno apogeo de la cultura hippie. Como tantas otras familias de la época, Hud, Laurie y su hijo de tres años Free, recorren el país en furgoneta. En una de las tantas carreteras que recorren Free se queda dormido y cuando despierta se topa con una visión horrible y desconcertante, sus padres han sido asesinados. El niño logra escapar y es recogido por Leah (Betty Buckley), una pordiosera que le pone el cariñoso nombre de Salvaje Kid. Aquella visión y el ansia de venganza lo acompañará siempre.