
El actor y director, Tim Robbins, llevó al cine esta historia, basada en un hecho real, sobre la relación entre la hermana Helen Prejean y un homicida condenado a muerte por el asesinato de dos adolescentes.
Matthew Poncelet (Sean Penn) pide ayuda espiritual y legal a la hermana Helen Prejean (Susan Sarandon). La semana anterior a la ejecución, Helen intenta que el condenado consiga la absolución y le ayuda a alcanzar la paz espiritual. Helen también ofrece su ayuda a los familiares de las víctimas, que la rechazan. Todos los esfuerzos legales son en vano, y la ejecución tiene lugar por inyección letal.
La película muestra la profunda división de opiniones que crea la pena de muerte en la sociedad estadounidense y sus consecuencias en las personas involucradas de uno u otro lado. La película obtuvo un Oscar a la mejor actriz para Susan Sarandon y un Oso de plata del Festival de Berlín al mejor actor para un conmovedor Sean Penn.