La regla más importante e inquebrantable en el trabajo de un policía es no enamorarse nunca del principal sospechoso. El detective Burden (Michael Madsen, Kill Bill), con más de veinte años de servicio a sus espaldas lo sabe mejor que nadie, o mejor dicho, lo sabía hasta el día que conoció a Catherine Merrims (Laura Johnson, Falcon Crest) durante la investigación de un asesinato, una mujer tan sensual e intrigante que uno no sólo estaría dispuesto a morir por ella, también estaría dispuesto a matar por ella.