Londres. Tras tres años de condena por robo, Mitchell (Colin Farrell) sale de prisión y encuentra trabajo como matón de un prestamista. Pronto cambia de empleo y empieza a trabajar como chófer y guardaespaldas de una famosa actriz (Keira Knightley), de quien se enamora. Pero cambiar el rumbo de su vida no es tarea fácil, y menos para quien ha tenido un pasado marcado por la violencia.