Melbourne, 1953. Varias familias de ascendencia italiana se reúnen para concertar una serie de matrimonios, tal como marcaba la tradición. Robert (Daniel Berini) y Angela (Antoniette Iesue) eran una de esas parejas, pero el mundo cambiaba, igual que lo hacían también los protagonistas de aquellas promesas. Veinte años después cada uno tiene su vida, Angela está estudiando y tiene pareja, y Robert regresa a Australia después de acabar su formación en Inglaterra. Sin embargo, para sus progenitores, la promesa es sagrada.