Sam Boyd es un antiguo espía de la CIA, curtido en los años de la férrea guerra fría, que es llamado otra vez por la Agencia para una sencilla tarea: Sam debe intercambiar a Pyotr Ivanovich, un antiguo espía ruso preso hace siete años, por uno de los mejores agentes americanos que ha caído en manos soviéticas. Sam y Piotr son como dinosaurios en el mundo del espionaje actual, completamente perdidos en las sombras de la política contemporánea, por lo que durante el viaje no pueden evitar congeniar. Cuando Sam descubre algo raro en el intercambio, no dudará en abortar la operación para proteger a su nuevo amigo. Ahora la CIA y el KGB irán tras ellos implacablemente.