Es el año 2007. El veinte por ciento del estado de California está empleado en el sector inmobiliario y los bancos están en pleno frenesí de contratación. El feroz agente hipotecario Davin Weiss (Matt Funke) comienza a atraer a personas como Jason Kelly (Beau Martin Williams), un antiguo jugador de fútbol americano agobiado económicamente, hacia el mundo que financia los sueños de otras personas. Él y Jason no paran de cosechar éxitos. Jason acude a la convención de corredores hipotecarios en Las Vegas, donde se encuentra inmerso en un auténtico descontrol con todo tipo de excesos. Es allí cuando se dará cuenta de que su nuevo y maravilloso mundo está construido sobre arenas movedizas.