La muerte regresa para corregir sus errores y lo hace con más acción, miedo y toques de humor negro que tanto éxito dieron a la primera entrega. En la segunda parte, la muerte se aproxima por la autopista 23. En un viaje de fin de semana con sus amigos, Kimberly Corman (A.J. Cook) tiene una visión sobre un camión que provoca un choque en cadena y deja un rastro de cadáveres entre los que se encuentra el de ella misma. Así que bloquea la entrada a la autopista y escapan al accidente. Pero Kimberly sabe que no ha terminado. La muerte no se deja engañar tan fácilmente. El grupo de desconocidos destinado a morir acude a una persona que ha vivido su misma situación: Clear Rivers (Ali Larter), la única superviviente de la primera tragedia que ingresó voluntariamente en un hospital psiquiátrico.