
Una mañana un mercado de Londres sufre un atentado con una bomba. En la persecución consiguiente, sólo un miembro de la célula terrorista sobrevive: Farroukh Erdogan (Denis Moschitto), a quien arrestan y encarcelan. A continuación, comienzan los preparativos para lo que promete ser el juicio del siglo.
Pero hay un problema, el gobierno usará pruebas clasificadas para procesar a Erdogan, pruebas tan secretas a las que ni él ni sus abogados tienen acceso. Por eso el fiscal general (Jim Broadbent) necesita nombrar a un abogado defensor adicional aprobado por el gobierno, Claudia Simmons-Howe (Rebecca Hall), que tiene autorización para ver las pruebas clasificadas y que puede luchar por la apertura total cuando el juicio pasa a una sesión cerrada. Las normas para la abogada especial son claras: una vez que compartan las pruebas secretas con ella, Claudia no podrá comunicarse con el acusado, ni con los otros miembros del equipo de defensa.
Pero justo cuando el caso va a llegar al juzgado, el abogado de Erdogan muere repentinamente y un nuevo abogado defensor, Martin Rose (Eric Bana), no tarda en sustituirle. Martin es tenaz, motivado, brillante y el ex amante de Claudia. Los dos abogados hacen un pacto para que su antiguo romance permanezca secreto. Pero cuando Martin empieza a juntar las piezas del caso, comienza a perfilarse una siniestra conspiración, que peligrosamente le reúne de nuevo con Claudia.