
Arthur Hiller (“Love Story”) dirige sátira que gira alrededor de un hospital de Nueva York en los años 70. Herbert Block (George C. Scott) dirige el Centro Médico de Manhattan donde un paciente ha muerto por una negligencia médica, y algunos otros han fallecido por misteriosas razones. Además de estos contratiempos, su mujer lo ha dejado y sus hijos no le hacen caso. En medio de estos problemas personales, Block deberá lidiar con la complicada situación del hospital, mientras manifestaciones de protesta crecen frente a sus dispensarios por unas estafas inmobiliarias, muestras de una Nueva York convulsionada. Entre malas praxis y estafas inmobiliarias, tanto la clínica como la propia ciudad están sumidas en un profundo caos del que no parece haber salida.