¿Cómo reconocer a un Synth?

Próximamente se estrenará en AMC la tercera temporada de HUMANS. Pero mientras esperamos a que llegue ese momento, todos los martes a las 22:10h puedes volver a ver las temporadas 1 y 2.

La serie realizada por Sam Vincent y Jonathan Brackley nos transporta a un presente paralelo en el que la tecnología Synth forma parte del día a día de los seres humanos. Pero ¿qué son los Synths? Se trata de unas máquinas de avanzada tecnología cuyo aspecto es idéntico al de los seres humanos pero, ¡cuidado! No son robots, son mucho más que eso.

Sus ojos color verde brillante delatan rápidamente a los Synths, pero no siempre tienen esta tonalidad. Tan solo adquieren dicho color de ojos cuando el Synth ha pasado a formar parte de una familia. Antes de ello, por ejemplo, cuando aún no ha sido vendido, el tono de sus ojos es de un gris plomizo. Esta característica es la que más rápido nos hará reconocer y distinguir a un Synth de un humano. Un Synth no come, no bebe, no se emociona ni entiende las emociones de los humanos.

Por supuesto, los Synths no pueden herir ni hacer daño a los humanos, gracias a las piezas ‘Asimov Blocks’. Nadie ha logrado, hasta ahora, hackear esta característica de los mismos. Tampoco pueden mentir a sus dueños, tan solo en caso extremo si la vida de éstos corre peligro. Actúan como protectores de las personas a las que sirven, teniendo también como característica una fuerza y velocidad extra que tan solo podrán utilizar en momentos de estricta necesidad.

Debido a su gran uso de batería, los Synths necesitan entre 6 y 8 horas de carga a través de un adaptador de corriente especial durante cada día.

A pesar de no poder pensar o sentir, puesto que se trata de androides, los Synths poseen órganos fabricados con una mezcla concreta de materiales además de un fluido interior conocido como ‘fluido Synth’ o ‘sangre Synth’ cuya función, a diferencia del ser humano, es transportar por todo su cuerpo carga electrostática en vez de sangre. Además, poseen órganos sexuales idénticos a los de los humanos, siendo capaces de mantener relaciones si el dueño del Synth así lo desea. Para ello, es necesario activar las ‘Opciones para adultos’ a través de un código que tan solo el usuario principal de la máquina podrá utilizar. A través de este ajuste, el Synth puede convertirse en compañero sexual de un humano. Evidentemente, no es capaz de reproducirse.

Como aparatos electrónicos que son, las características de los Synths pueden actualizarse con el tiempo para poder ‘aprender’ cosas nuevas y no tienen derechos bajo la ley por tratarse de objetos. Realizar modificaciones de software en los Synths sin la autorización pertinente es un delito, muy común en el mercado negro.

Cuando dos Synths se encuentran, comparten datos e información útil a través de una conexión interna que poseen entre sí, estando ‘en línea’ entre ellos la mayoría del tiempo.

Y tú, ¿quieres un Synth?